Siempre desaparece gente. Preguntad a cualquier policía. Mejor aún, preguntad a cualquier periodista. Las desapariciones son moneda
corriente para los periodistas. Las jóvenes escapan de sus casas. Los niños se pierden y jamás vuelven a verse. Las amas de casa llegan al
límite de sus fuerzas y cogen el dinero de la comida y un taxi a la estación. Financieros internacionales cambian sus nombres y se desvanecen
en el humo de cigarros importados. Algunos de los desaparecidos son encontrados, vivos o muertos. Después de todo, las desapariciones tienen explicaciones. Casi siempre.
Libro 1 - Forastera de Diana Gabaldón
No hay comentarios:
Publicar un comentario