Fragmento de "Viento y Ceniza"




    -Mátame.- Los ojos de Randall estaban brillantes a causa de la fiebre-. Mátame - dijo-. Es lo que mi corazón desea.

   Se despertó de golpe, oyendo el eco de las palabras en su cabeza, viendo los ojos, viendo el pelo salpicado de lluvia, la cara de Randall, mojada como la de un ahogado.

   Se frotó con fuerza su propia cara con la mano, sorprendido de sentir la piel seca, la barba que era apenas una sombra. La sensación de humedad, la picazón de las patillas de un mes, seguía siendo tan fuerte que se levantó, moviéndose en silencio por instinto, y se acercó a la ventana, donde la luz de la luna brillaba a través de las grietas del postigo. Vertió un poco de agua en el lavabo, movió la palangana bajo un rayo de luz y miró en ella para librarse de esa persistente sensación de ser otra persona, en otro lado.



Libro 6 - Viento y Ceniza de Diana Gabaldón



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