Era casi de noche. Se acercó y me abrazó. Habían empezado a aparecer luces en la lejanía. Nos quedamos en silencio mientras la tarde se convertía en noche. La colina estaba en silencio; sólo oía la respiración de Jamie.
- Te encontraré - susurró - . Te lo prometo. Aunque deba soportar doscientos años de purgatorio, doscientos años sin ti. Ése será el castigo por mis crímenes: por haber mentido, matado, robado y traicionado. Pero algo me salvará en el balance. Cuando esté frente a Dios, tendré algo que decir que compensará el resto. -
Su voz se apagó, convirtiéndose en un murmullo, y estrechó sus brazos alrededor de mí.
- Dios, me diste una mujer única. Y yo la amé como correspondía. -
- Te encontraré - susurró - . Te lo prometo. Aunque deba soportar doscientos años de purgatorio, doscientos años sin ti. Ése será el castigo por mis crímenes: por haber mentido, matado, robado y traicionado. Pero algo me salvará en el balance. Cuando esté frente a Dios, tendré algo que decir que compensará el resto. -
Su voz se apagó, convirtiéndose en un murmullo, y estrechó sus brazos alrededor de mí.
- Dios, me diste una mujer única. Y yo la amé como correspondía. -
Libro 2 - Atrapada en el tiempo de Diana Gabaldón
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